sábado, 15 de febrero de 2014

No es el momento

No es el momento para decirlo, el mundo se esta derrumbando, ya bajaron los siete jinetes rompiendo con látigos el pecado original. Ya que todo se va llenando de miseria y que el alma de los hombres se las arrebato su conciencia social, el arrepentimiento y el perdón son la única cura contra la invalidez. La guerra nos pisa los pies cariño, solo veo sangre en mis sueños y despierto con ella en las manos, es mi corazón que se desangra, por ti, por mi, por este mundo que me dejó sola. Tal vez no es el momento, pero la intención de besarte y desvestir tus ganas me resultan sepulcrales, no vamos para ningún lado, somos el aire y nos respiran con horror. No es el momento, pero dejaste que tu puño golpeara a mi madre y tu castigo será el perdón y el arrepentimiento, ¿A qué te huele el infierno?.  Veras en mis ojos las entrañas de tu madre que repudiara tus actos como hombre ingenuo y cobarde, acabaré con tu razón y en tus ojos reconoceré a Dios que llora por mi, por ti, por este mundo que me dejó sola. Se que no es el momento pero vengo con la blanca intención de degollar mis tetas y ofrecerlas a los dioses, pues virgen ya no soy, y me cagarán los pájaros y me escupirán las piedras, me reiré embriagada de sarcasmo y caminaré por la ruta del sol. Ya no encuentro lugar de meditación, se perdió en el mar que recorre los ríos, se perdió en los ríos que me llevan al mar. Creo que ahora si es el momento.